Como parte de una constante cultivación en términos de los medios, mi maestra de Medios, Cultura y Sociedad nos pidió que leyéramos el artículo escrito por Pierre Lazuly sobre Google. Francamente, después de leerlo quedé más que impactada de los datos que ahí se muestran y la relación tan ambivalente que puede tener para el mundo del diseño.
Empezando por el hecho de que, en el mundo del Internet, existen más de 3 mil millones de páginas (se escribe mucho más fácil de lo que pueden leerse todos esos millones de ideas), parece imposible negar que hoy estamos en la era de la información y que, quien no la tiene, está perdido. Hoy en día en mi país (México), sólo el 23% de la población tiene acceso a Internet (y me parece una cifra muy grande y optimista….), pero aún así se espera que todos paguemos los impuestos por esta vía, que estemos al corriente de la información que publica el gobierno en sus páginas y que, además, no tengamos pretextos para hacerlo. Mi duda es ¿cómo le hace el resto de la población para cumplir con sus “obligaciones” ciudadanas? Y, lo más extremo es que somos pocos los que podemos visualizar el Internet sin Google, se ha hecho una herramienta indispensable para todo: buscar información, imágenes, conocer el clima, publicar páginas de Internet o blogs, en fin, mil cosas que pocos gozan pero que sin ello no imaginan su vida.
Google ha comenzado a ser tan importante que de 10,000 consultas diarias en 1999, cuando comenzaba, ahora recibe más de 200 millones en el 2003. Sí, leyeron bien, 200 millones de consultas diarias. Y eso que ni siquiera la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet… ¿qué será de ellos?
Lazuly continua explicando que Google se basa en un sistema de algoritmos que básicamente interrelacionan las páginas gracias a la relevancia que tienen y a qué tanto la gente las visita y las cita (no me sorprende por qué siempre que quier hacer mi tarea las primeras opciones siempre me refieren a Wikipedia…), lo cual, hasta cierto punto es bueno, pero también puede ser muy malo. Google discrimina todos los resultados que requieren que te suscribas o que aportes dinero. Así que nunca podremos encontrar resultados, como dice Lazuly, de The New York Times, por lo que deja mucho que desear de un gran número de páginas publicadas en la red y que están citadas por Google.
Además, debido a los ataques terroristas y la paranoia que hay en el mundo respecto a esto, muchas páginas con información valiosa fueron retiradas de la Web por “proveer de información útil a posibles terroristas”. Esto ha limitado mucho la búsqueda de información certera sobre ciertos temas que podrían servir para un gran número de investigaciones. Debido a esto, se creó la famosa frase: “En el mundo existen dos superpotencias: los Estados Unidos y la Opinión Pública”, que dio la vuelta al mundo y que sólo necesitó de unos cuantos webloggers para darle un significado e inundar Google.
Pero, ¿qué aplicaciones tiene esto al diseño? Bueno pues no sólo los temas de política y economía navegan en la red y, si bien es cierto que hay mayor difusión de la información relevante al diseño gráfico, el diseño industrial también debe aprovechar las comunidades y los beneficios de Google para enriquecerse. Es importante que los diseñadores aprendamos a usar estas herramientas no como un método de plagio, sino como una forma a través de la cual podemos hacer diseños mucho más completos e innovadores, darle difusión a nuestras ideas, saber lo que existe en otros países para mejorar el nuestro y apoyar a la ecología y al planeta a través de toda esa información.
Empezando por el hecho de que, en el mundo del Internet, existen más de 3 mil millones de páginas (se escribe mucho más fácil de lo que pueden leerse todos esos millones de ideas), parece imposible negar que hoy estamos en la era de la información y que, quien no la tiene, está perdido. Hoy en día en mi país (México), sólo el 23% de la población tiene acceso a Internet (y me parece una cifra muy grande y optimista….), pero aún así se espera que todos paguemos los impuestos por esta vía, que estemos al corriente de la información que publica el gobierno en sus páginas y que, además, no tengamos pretextos para hacerlo. Mi duda es ¿cómo le hace el resto de la población para cumplir con sus “obligaciones” ciudadanas? Y, lo más extremo es que somos pocos los que podemos visualizar el Internet sin Google, se ha hecho una herramienta indispensable para todo: buscar información, imágenes, conocer el clima, publicar páginas de Internet o blogs, en fin, mil cosas que pocos gozan pero que sin ello no imaginan su vida.
Google ha comenzado a ser tan importante que de 10,000 consultas diarias en 1999, cuando comenzaba, ahora recibe más de 200 millones en el 2003. Sí, leyeron bien, 200 millones de consultas diarias. Y eso que ni siquiera la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet… ¿qué será de ellos?
Lazuly continua explicando que Google se basa en un sistema de algoritmos que básicamente interrelacionan las páginas gracias a la relevancia que tienen y a qué tanto la gente las visita y las cita (no me sorprende por qué siempre que quier hacer mi tarea las primeras opciones siempre me refieren a Wikipedia…), lo cual, hasta cierto punto es bueno, pero también puede ser muy malo. Google discrimina todos los resultados que requieren que te suscribas o que aportes dinero. Así que nunca podremos encontrar resultados, como dice Lazuly, de The New York Times, por lo que deja mucho que desear de un gran número de páginas publicadas en la red y que están citadas por Google.
Además, debido a los ataques terroristas y la paranoia que hay en el mundo respecto a esto, muchas páginas con información valiosa fueron retiradas de la Web por “proveer de información útil a posibles terroristas”. Esto ha limitado mucho la búsqueda de información certera sobre ciertos temas que podrían servir para un gran número de investigaciones. Debido a esto, se creó la famosa frase: “En el mundo existen dos superpotencias: los Estados Unidos y la Opinión Pública”, que dio la vuelta al mundo y que sólo necesitó de unos cuantos webloggers para darle un significado e inundar Google.
Pero, ¿qué aplicaciones tiene esto al diseño? Bueno pues no sólo los temas de política y economía navegan en la red y, si bien es cierto que hay mayor difusión de la información relevante al diseño gráfico, el diseño industrial también debe aprovechar las comunidades y los beneficios de Google para enriquecerse. Es importante que los diseñadores aprendamos a usar estas herramientas no como un método de plagio, sino como una forma a través de la cual podemos hacer diseños mucho más completos e innovadores, darle difusión a nuestras ideas, saber lo que existe en otros países para mejorar el nuestro y apoyar a la ecología y al planeta a través de toda esa información.
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